Mis bisabuelos (II)

Ya tengo en mi poder el primer artículo escrito por mi bisabuelo que hemos podido conseguir.. Prefiero no decir nada, habla por si mismo.

A LA MUJER

A ti, mujer, dedico estas mal trazadas líneas, hijas del deseo que siento de verte libre de prejuicios y tiranos; deja, deja por un momento las labores propias de tu sexo: cesa de mover un instante la herramienta de trabajo y, si eres joven, deja de pensar en el ser amado y escucha:

No es nuevo lo que voy a decirte, pero así como la gota de agua cayendo incesante horada la peña, del mismo modo las ideas, expuestas una y otra vez por los heraldos de la verdad, van horadando el corazón de las multitudes y creando adeptos a la causa de su emancipación.

Tú, que formas la mitad más hermosa del género humano; tú, que por tanto tiempo has vivido y vives supeditada a las exigencias de un padre caprichoso, de un marido déspota y cruel y de un burgués sin conciencia; tú, que sufres todas las iniquidades de este mal llamado orden social, donde eres considerada cual mercancía sin voluntad propia. ¿Quieres romper de una vez y para siempre la cadena que te oprime? En una palabra: ¿Quieres ser libre? Pues únete con tu compañero, el hombre, y ayúdale con tu esfuerzo a derribar el malhadado alcázar donde se entroniza el tirano; desecha ese temor propio de las almas débiles; no frecuentes esos antros de corrupción llamados iglesias, de donde emanan todos los sofismas empleados para atrofiar vuestro cerebro; educa a tus hijos en el amor a sus semejantes, y hazles comprender que los que han nacido en el lado opuesto de lo que los hombres llaman fronteras, son seres a los cuales no debe considerar enemigos, porque por encima de la maldad de los empeñados en perpetuar la división de razas está la comunidad de sufrimientos.

(Desazte de esas costumbres...................)[trozo borroso] de la rutina, causa primordial de todos tus sufrimientos, y levántate del estado de postración en que yaces y, por último, no des tu pecho, y con él tu sangre a los hijos del burgués, que mañana serán tus verdugos.

Si así lo haces, si despreciando los falsos rutinarismos, llegas a comprender deberes y derechos, ocuparás el sitio que te corresponde al lado de los que luchan por el bien de la humanidad y la sociedad del porvenir será un hecho; pero si permaneces inerte ante el gran movimiento social que surge, labrarás la desdicha de tus hijos y la tuya, y cuando llena de achaques dejes la vida, tus hijos te maldecirán.

MIGUEL BARROSO

28/06/1914